miércoles, 11 de noviembre de 2015

A priori

He vivido el amor en sus dos caras opuestas,
Una marcha adelante, y otra marcha atrás.
Pero nunca me he desenamorado.
¿O a caso existe hielo que no sea ya charco?
Tan sólo algunos paisajes del pasado
son a la memoria amados.
Mas no puedes atrapar el sonido del arrullo,
tampoco  escapar de él,
ni aún con la fuerza de un trueno.
Así te lamen las flores, así te limpias,
Y aunque el aroma no dura más que la luna,
guardarás el veneno en un frasco.
El aire que a veces es viento,
también quiere serlo todo, pero no sabe.
Y nosotros que siempre fuimos ellos,

supimos ser océano, antes que hielo.  

lunes, 18 de agosto de 2014

Luces y sombras

Llegaste como la sombra sin quererlo y,  
desorientada a besos, 
te alejas girando. 
Pero, ¿donde huirás?, 
si no hay una realidad que puedas elegir, 
si nunca diseñarás un mundo a medida mejor que yo, 
si andarás igual de perdida por este y otros bastidores. 
¿Para qué escapar?, 
si nunca serás tan libre, 
si no hay ciudad que hayas recorrido más veces, 
si no hay mapa que desconozcas mejor. 
¿Por qué marcharse?, 
si te has librado de tomar decisiones, 
si ya no te angustia el futuro, 
y puedes dormir por fin. 

¿Cómo entenderás entonces 
que debo pedirte que te vayas?
Para que pueda yo seguir perdido, 
inconsciente y abotargado. 
Para que pueda yo seguir huyendo, 
y equivocarme viciosa y circularmente.
Porque quiero marcharme de ti, 
para seguir viniéndome. 
Porque me urge angustiarme 
y no dormir.
Llegue, como la luz, encendido,
y apagado a besos,
me marcho con vida.

miércoles, 15 de mayo de 2013

DESTIERRO

Maldita la endeble mano
que guía a nuestro Díos sus días,
y malditos mis hermanos,
fruto y flor de su osadía.

 En su andar no hay nada raro,
ni en sus manos mugre fría,
sólo hay broza entre los cascos
 y sudor en sus heridas.

Tristes sus ojos cantan,
pero cantan de mi agrado,
el viento y la sombra arramplan,
cosiendo a ratos su regazo.

Sus rostros de agua templan,
cuando clavan mi tejado,
los cimientos lloran piedra,
recordando sus pecados.

El búho la rama sostiene,
de la noche el mismo árbol,
hecho de magia y de nieve,
la luna lo encorre despacio.

El hogar es de arena
la lluvia es cristal en pedazos,
las raíces me lo cuentan,
si me arrancan me desgajo.


   

jueves, 17 de noviembre de 2011

Uno de tantos

Aquí dejo el guión de "Uno de tantos", nuestro primer corto.





Ella-
Es que existe una parte privada tan confusa y turbulenta con la que convivir
todo el maldito rato, sin pausa, excepto al dormir
¡Qué bien dormir, dejar de vivir!

Aunque en realidad mi yo interior tampoco reposa entonces,
sigue empeñado en recordarme que no puedo deshacerme de él,
y me lo demuestra mediante mis sueños,
aunque muchas veces no me acuerdo de que van,
pero siempre que los recuerdo siento un ligero miedo o vergüenza de mi misma...
Pasando del sendero consciente de vivir al sendero inconsciente del dormir... pero sigo sin poder evadirme del yo lo suficiente.



Existe un cuerpo que vestir cada día,
con el que hablar, tocar, oler, ver y oír la realidad que habitas,
¡solo uno! ¡uno entre millones! ¡Uno de tantos!
Otro obstáculo para el conocimiento global.





Él- Perdona, ¿Voy bien por este camino?

Ella-Depende...

Él- Es para ir al pueblo, se que esta es la dirección pero dudo del camino

Ella- Camina y ya te irás dando cuenta por donde quieres seguir.




Ella -
¿Camina y ya te irás dando cuenta por donde quieres seguir?
¡Pero que mierda de respuesta es esa!



¡Ves! Ha vuelto a pasar, es que solo pienso en mi,
en esta búsqueda constante de bienestar mental, físico, relacional...
poco tiempo queda para lograr preocuparse de verdad por el otro,
de asimilar las necesidades de los demás,
los vaivenes de nuestra época
en este mundo que gira vertiginosamente,
sí, esa es la palabra,
vertiginosamente.




Cómo cuando decía Marcos:
"Quiero abarcar este universo plurinformativo y fugaz que confunde la formación de opiniones coherentes"
¡Pero no puedo, no puedo, no puedo!





Echando una mirada global
desgraciadamente
se observa que no hay manera,
que no hay posibilidad
de hallar el antídoto antidolor, antifrustración, antiestupidez,
siquiera se atisba en el horizonte las líneas de cordura y empatización global,
si quiera nacional, si quiera grupal ,
¡si quiera personal!




Míralas que majas,
yo también quise siempre aprender a tocar la guitarra,
pero al final nada, como tantas otras cosas.



Me hubiera gustado acercarme a ellas
pero es difícil aproximarse a unas desconocidas y tantear un terreno cómodo,
en fin, siempre es más cómodo seguir hacia delante
y dejar la posibilidad como recuerdo.



Aunque en realidad soy de las que opina
que la fusión interpersonal es el momento ansiado,
un camino que nos salva parcialmente de nuestra codicia
y plantea lo individual como común,
compartiendo y trascendiendo...






La reflexión es algo inevitable para mi,
y deseo y supongo que para la mayoría,
en ese intento constante por nuestra existencia,
de crear más instantes esperanzadores,
más fusiones de plenitud en diversos ambientes de estancia,
y así quizás,
poco a poco,
intuir en el horizonte
las líneas de cordura y de empatización global.




Él- ¿Quieres que te ayude a seguir?

Ella- Por favor

Él- Monta.


(Imik, simik...)

sábado, 24 de septiembre de 2011

¿Estancamiento o lucidez?





Querida :


Antes de empezar, decirte que esta carta al igual que tu persona, además de un medio para la comunicación, comprensión e intercambio de emociones preestablecidas por un profundo entendimiento mutuo, supone ante mí la liberación de una vía de escape. Una vía de escape para llegar así a un acuerdo tácito con mi mundo Interior. Un mundo interior qué de tanto alimentarlo parece que esté a punto de estallar, se me revuelve más y más en su inquietud, exigiéndome además de nuevos estímulos un reconocimiento llano pero necesario en el universo de significados compartidos, aunque sea expresado mediante insuficientes símbolos lingüísticos, e interpretado por relativas y agridulces dosis de empatía.

De esta forma, yo le doy lo que quiere y él me deja descansar, así es el trato.

Ya he vuelto al paradigma de mi tierra, cayendo como siempre en el estrepitoso choque entre mi idealización de mejora y cambio en su paradigma, a la realidad rutinaria, incluso estática que se me presenta, y mi reafirmación que éste no és ni será mi lugar en el mundo. De todas formas, mi reproche queda debidamente enterrado y reprimido bajo unas cuantas cucharadas de saludable falsedad e hipocresía a mi conciencia, por la necesaria y divertida empatización con la superficialidad, la búsqueda del hedonismo material, y necesidad de aceptación social general ante una realidad hogareña qué, en su trasfondo y como tantas otras cosas y personas, aprecio al tiempo que desprecio.

Así, como reacción y lucha a la superflua banalidad, he decido revelarme una vez más, volver al acogedor universo-isla del mundo interior. Vuelvo en su magna profundidad a la agobiante sensación de opresión en la inabarcabilidad del conocimiento, a caer de nuevo en un bucle de metarealidades ilimitadas que se superponen hasta chocar inevitablemente con la ansiedad como límite que me ha sido impuesto. También a resarcirme y arrepentirme sin lágrimas para luego no aprender , vuelvo al inútil énfasis del pensamiento holístico, a la pretensión de abarcar el todo pero sin llegar realmente a nada… a mi eterna y cansina necesidad de llenar de significados las insignificancias.

Vuelvo así de nuevo a la esclavitud y sumisión de mi ego, a reinar en el calabozo del mundo interior, pagando al tiempo la condena de sentirme un farsante y un hipócrita en el exterior. En última instancia vuelvo a divagar entre las lentas y agónicas arenas movedizas del cuestionamiento reflexivo, obteniendo como único premio frustración, incomprensión e improductividad creativa, y cómo reacción ante ella vuelvo a la infinita justificación, culpando así de mis platos rotos a los eternos penitentes llamados “el otro” y “las circunstancias”.

En mi agónica letanía, vuelvo a salir fuera, más ciego y con la derrota danzando sutil pero cruelmente a mi alrededor. Vuelvo a la superficie a tumbarme al sol, a dejarme mecer por su calma y su suave brisa en los páramos de la materialidad.

Como ves, al puro estilo de los antiguos griegos combinado con la necesidad mental y la imposición cultural de crear dualidades analíticas, sigo debatiéndome entre superficie y profundidad, entre mundo interior y exterior…Y al igual que dijo Milan Kundera sigo volviendo una y otra vez a sumergirme en las lúcidas y pantanosas aguas del eterno retorno.

Así vuelvo a volver. Vuelvo a levantar barricadas al mundo real pero renegando al tiempo de sacar a la luz el intrínseco mundo de ideas y pensamientos, vuelvo a profundizar con detalles distintos en los mismos temas, dispersándome por las inacabables ramificaciones del saber, y a sorprenderme criticando con la misma seguridad y ferocidad posturas opuestas y contradictorias.

¿Estancamiento o lucidez? No me importa la duda, y en el fondo no salgo de ella porqué ni quiero ni puedo, simplemente forma parte de mi ser, y tal vez sea realmente mi lugar en el mundo, aunque éste sea interior; Limbo de estancamiento donde vuelvo una y otra vez a la incertidumbre constante e ilimitada, a la dulce oscilación por los ciclos de los ciclos imperecederos y eternos.

Amén

jueves, 14 de abril de 2011

Con quien tanto quiero

Siendo pensamiento me atrapa,

envuelve mi caminar su recuerdo y su presencia.

El ego está aunado entre ambas, parece no percibirse, parece evaporado por la última silaba que precede la siguiente, parece ser melodía parpadeante que emite luz tangible a la percepción.

Es un logro simultáneo, en el que intervienen dos deseos de ruptura con aquello que no consigue trascender ni alegrar y es la proyección de una aspiración común y general aun sin determinar.

Y mis pasos serán más livianos si ella está cerca, si siempre es factible dialogarnos y crearnos, si por casualidad llega la circularidad o la desesperanza, si me pierdo entre tanto viento y decido encontrarme, si dudo y soy. Si necesito domar los silenciosos gritos de mi voz interior que me atrapan en la oscuridad de mi habitación, si simplemente necesito admirar un instante compartido, creer que ese instante es la eternidad y sentirme a salvo en la protección de la amistad, en el silencio de miradas cómplices. Y no, no tengo quejas, y si las tuviera quedarían difundidas en las noche que el suero de la verdad lanza al lugar común desasosiegos varios.

El pasado está lleno de confesiones, de sol y césped, de habitaciones refugio y lugares en el mundo, un pasado repleto de sonrisas y personas, de libros y películas, de ilusión y empatía, un pasado plagado de despedidas y encuentros, de dudas sin resolver y conocimientos adheridos. Nuestro pasado está repleto del futuro espaciotemporal certero que existirá a medida que este presente que escribe o este presente que lee siga concediéndole las razones para hacerlo.

¡MUCHAS FELICIDADES RAQUEL FILOSQUIUS!

lunes, 24 de enero de 2011

Disquisiciones Neurásticas

Me da miedo contarlo, sin embargo, hoy es uno de esos días. Últimamente vacilo sobre lo que significa escribir para mí, suelo decir que escribo porque necesito reubicar lo que siento, que escupo farfulladas cuando me es necesario y para eso la tinta o el teclado ayudan. Bien, hoy es uno de esos días, ¿por qué?.

Puede haber muchos motivos para que alguien necesite escupir, puede ser porque algo sepa desagradable en la boca, o porque de repente una asquerosa flema ocupe tu paladar y pida a gritos ser expulsada, o simplemente, porque no guste el sabor de la presente saliva. Hoy es uno de esos días. Y, ¿mañana? ¿Dónde acuden los mañanas a reunirse? Quisiera visitar sus mítines y regocijarme un rato con las miserias de cada ayer. Hoy es uno de esos días. Todavía noto el sabor, todavía percibo el olor, los pelos de mi barba están impregnados de su barata colonia. Y qué hago yo. Perfumo estas líneas con el hedor de mis actos, trasvaso, retransmito, “copio y pego”. Hoy es uno de esos jodidos días en los que la niebla se posa en el alfeizar de mi conciencia. Cada vez me adentro en aguas más prohibidas, ¿dónde están las líneas que dibuja mi mapa? Anoche me perdí.

Hoy es uno de esos días, ¡qué alguien haga algo por mí. ¡Deshacedme, descongestionadme, desinhibidme, desatascarme, destapar esta agria farsa que tan atrapado me tiene! Hoy es uno de esos días. Hace mucho que no te veo, no te esperaba.

Hoy es uno de esos días, llevo toda la noche colgado en un carámbano de insomnio.

Todo empieza en la nada. Fui y ahora quiero acabar de ser, mas fui. Fui nada. Pasé a ser un yo prepotente, más tarde la prepotencia se tornó en aliento. Aliento que sigo gastando, pero no de la misma manera. Ahora simplemente administro la provisión.

Hoy he vuelto a pecar, me vasto yo sólo para hacerlo. ¿Tienes licencia para conducir por estos lares? Nunca sabréis que respondió.

El Gilipollas: ser nulo, de tanto café, descafeinado; de tan sediento, satisfecho.
Gilipollez: Me encanta esta palabra. Me revoca lo ridículo, lo inesencial, lo vacío de intención; siendo a su vez una bravuconada chulesca, un posible anuncio de una mente crítica, minúsculo y jugoso indicio de lucidez, pero ante todo, me gusta porque tiene atmósfera, tiene estilo.

Hoy es uno de esos días. No pretendo que os guste. ¿Lo necesitaba contar?, ¿lo necesitabais saber? Quien quiere contar se arriesga a pagar su deuda, quién quiere saber no se arriesga, ya la debe.