He vivido el amor en sus dos
caras opuestas,
Una marcha adelante, y otra
marcha atrás.
Pero nunca me he desenamorado.
¿O a caso existe hielo que no sea
ya charco?
Tan sólo algunos paisajes del
pasado
son a la memoria amados.
Mas no puedes atrapar el sonido del
arrullo,
tampoco escapar de él,
ni aún con la fuerza de un trueno.
Así te lamen las flores, así te
limpias,
Y aunque el aroma no dura más que
la luna,
guardarás el veneno en un frasco.
El aire que a veces es viento,
también quiere serlo todo, pero
no sabe.
Y nosotros que siempre fuimos
ellos,
supimos ser océano, antes que
hielo.
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