lunes, 18 de agosto de 2014

Luces y sombras

Llegaste como la sombra sin quererlo y,  
desorientada a besos, 
te alejas girando. 
Pero, ¿donde huirás?, 
si no hay una realidad que puedas elegir, 
si nunca diseñarás un mundo a medida mejor que yo, 
si andarás igual de perdida por este y otros bastidores. 
¿Para qué escapar?, 
si nunca serás tan libre, 
si no hay ciudad que hayas recorrido más veces, 
si no hay mapa que desconozcas mejor. 
¿Por qué marcharse?, 
si te has librado de tomar decisiones, 
si ya no te angustia el futuro, 
y puedes dormir por fin. 

¿Cómo entenderás entonces 
que debo pedirte que te vayas?
Para que pueda yo seguir perdido, 
inconsciente y abotargado. 
Para que pueda yo seguir huyendo, 
y equivocarme viciosa y circularmente.
Porque quiero marcharme de ti, 
para seguir viniéndome. 
Porque me urge angustiarme 
y no dormir.
Llegue, como la luz, encendido,
y apagado a besos,
me marcho con vida.